lunes, 11 de diciembre de 2017

LAS CAUSAS JUSTAS NUNCA MUEREN


La lucha de  Martin Luther King a favor de los derechos civiles de los negros en los Estados Unidos y el impacto en la opinión pública de su histórico discurso -have a dream-, pronunciado el 28 de agosto de 1963 desde las escalinatas del Monumento a Lincoln durante la Marcha a Whasington por el Trabajo y la Libertad, fue un momento trascendental  en el Movimiento por los Derechos Civiles en los Estados Unidos. Hoy, 49 años después de su muerte, la igualdad de los negros en Estados Unidos, es un hecho.

En Guinea Ecuatorial se van a cumplir los 50 años de su independencia y nos encontramos igual o peor que cuando nos separamos de España. Las libertades civiles y políticas, así como los derechos humanos de la población siguen más cercenados que nunca. En cuanto a la distribución de las rentas, se puede afirmar que las desigualdades entre la clase privilegiada por la dictadura y la gran mayoría desposeída,   son enormes. 

En los primeros viajes de Severo Moto a Guinea, (en 1988 y de 1992 a 96) después de haberle presentado a Obiang su dimisión como Secretario de Estado y de su posterior exilio, para llevar el mensaje del partido del  Partido del Progreso a la población, caló un mensaje claro en los corazones de aquel pueblo esclavizado  por la dictadura: la necesidad de vivir en libertad y en democracia, un derecho inherente a la condición y dignidad de la persona humana.

El primer paso consistía en elevar la autoestima de aquella gente; en hacerle tomar conciencia del valor y transcendencia del ser humano y de su papel como hombre libre, participando activamente en las decisiones de índole política, así como en otros aspectos de la la vida social. La dictadura era una anomalía que asfixiaba las libertades y  frustraba todas las aspiraciones de los guineanos, y que por tanto,  había que acabar con ella. 

Ya  sabemos como terminó aquel primer e ilusionante  intento de democratización de Guinea Ecuatorial: Obiang, con el dinero del petróleo para comprar voluntades, acabó con toda posibilidad de democracia, desatando una cruel represión contra todos los opositores. Unos fueron encarcelados, otros asesinados y muchos tuvimos que salir huyendo para el  exilio. 

El Partido del Progreso y su Presidente, Severo Moto, han seguido trabajando en el exilio, con mas intensidad si cabe. Nosotros hemos rechazado el ofrecimiento de de Obiang de retornar a Guinea para compartir "pequeños espacios de poder" junto a  él; quizá uno o dos diputados en la Asamblea.   

Después de mas de 30 años de exilio sigue vigente nuestra lucha por una causa justa; seguimos reivindicando con el mismo empeño la libertad, la democracia, el respeto, la dignidad de los guineanos; la promoción y el desarrollo educativo, humano y económico de nuestro pueblo.          

Somos muchos los que hemos abrazado también la causa justa  de liberar a nuestro pueblo de la opresión de la dictadura. La causa de no permitir que la moribunda dictadura sea traspasada  a un hijo del dictador  o que recaiga en un hombre fuerte del régimen. Obiang, su régimen y toda su parentela, tienen que desaparecer de todas las instituciones de Guinea Ecuatorial: es imprescindible para transitar hacia un nuevo régimen democrático y de derecho.  

En estos momentos la acción de gobierno en Guinea se encuentra paralizada, con Obiang "fuera de servicio", vive un impasse que está siendo aprovechado para preparar su continuidad, a través de alguno de los muchos pretendientes a la Jefatura del Estado. Ha llegado el momento de la unidad de todos los partidos políticos, con el único fin de impedir su continuidad. Es la hora del pueblo, un pueblo que debe perder el miedo y salir a la calle a reivindicar su libertad.  

El Partido del  Progreso, como siempre, estará ahí, junto a los demás partidos políticos, junto a su pueblo, defendiendo la causa justa de la libertad y la democracia para Guinea Ecuatorial.