jueves, 4 de mayo de 2017

HUELGA DE TAXISTAS: LA MECHA QUE PUEDE PRENDER EL FUEGO


Reacción El Confidencial

Los taxistas de Malabo, han iniciado una huelga, que no sabemos las consecuencias que puede traer. ¿Y si esta huelga es la mecha que encienda al pueblo Guinea para lanzarse a la calle de forma masiva y pedir la retirada de Obiang del poder?. Hasta las situaciones más insólitas, como la de los taxistas de Malabo que exigen al gobierno  reducir el precio de la documentación necesaria para los vehículos y la simplificación de la burocracia para las licencias de taxis, pueden dar al traste con una dictadura. Recordemos el inicio de la primavera árabe en Túnez, cuyo  pistoletazo de salida lo dio Mohamed Bouazizi, un joven en paro de 26 años que se quemó a sí mismo para evidenciar su falta de oportunidades. Su gesto le convirtió en héroe y dio paso a una revuelta popular que terminó derrocando al dictador Ben Ali tras 23 años de omnipresencia.
 
Está claro que esta huelga, que va ya por el segundo día, está siendo un auténtico éxito, solo hace falta que se sumen a ellos parte de la población. Hay que tener en cuenta que este sector tiene una gran influencia en el resto de actividades y que puede paralizar la vida de la ciudad, solo hacía falta ver  las calles de Malabo vacías. En este caso el régimen ha reaccionado como sabe, con la militarización, una presencia militar tanto en la UNGE, como en todos los puntos neurálgicos de la ciudad.

Nos llega la información de que todas las legaciones diplomáticas extranjeras en Malabo, están muy atentas a lo que está pasando. Y parece ser que están viendo en esta huelga de taxistas el desencadenante de sucesivas revueltas en los demás sectores castigados por la crisis.

No se nos puede olvidar la situación de desempleo generalizado que sufre todo el país. Estos desempleados se ven obligados a prestar pequeños servicios para poder ganar algo de dinero para alimentar a sus familias. El problema es que el gobierno no está facilitando, sino todo lo contrarios, poniendo cada vez mas trabas a estas frágiles actividades, pero necesarias, para que los desempleados puedan llevar algún dinero a su casa. 

Ojalá pueda ser este el desencadenando de una cascada de protestas por todo el país, cada vez mas generalizadas, que puedan dar al traste de una vez con la dictadura.