lunes, 6 de marzo de 2017

VAMOS A CUMPLIR CINCUENTA AÑOS DE INDEPENDENCIA, EN GUINEA ECUATORIAL.



*¿Sirve de algo el panafricanismo, frente a la globalidad? El mejor panafricanismo es el que nos lleva a las bodas con la decadencia?
*¿Cabe, en el panafricanismo, utilizar la razón, la justicia, la reconciliación, para solventar, con eficacia y durabilidad, la tragedia que en África causa  la violencia de la dictadura?
* La vía institucional (De la “sin Ley” actual, a la LEY) es el gran reto común de los guineanos (Incluido el dictador Obiang Nguema  Mbasogo y sus apoyos.

ANÁLISIS
Por Severo-Matías MOTO NSA, Presiente del Gobierno en el Exilio del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial

Acabamos de abrir las anchas puertas de la Cuaresma. Los cristiano-católicos, apostólicos romanos, de cada rincón del mundo, acostumbramos a utilizar la Cuaresma, la Semana Santa y la Pascua de la Resurrección como tiempo de meditación. La Natividad de Cristo nos hace saltar a la calle para celebrar la inmensa alegría del comienzo de la REDENCION; pero la Cuaresma y la Semana Santa nos hacen hundirnos (A través de los Textos Sagrados) en el tremendo, atronador  e inconmensurable misterio de la culminación de  la redención, que comienza, justo, con las tentaciones del diablo, a JESÚS.

¡Qué burdo atrevimiento! ¡Qué ofuscada osadía, la del diablo!

LA CORRUPCION, GRAN TENTACION GLOBAL.- Tres tentaciones que se le vienen planteando al pueblo Guineano, por sus dos dictadores; dos  únicos presidentes idénticos. Macías y Obiang Nguema son esta extraña representación del espíritu que le ha llevado al pueblo guineano al desierto del hambre y la aguda necesidad. Y le dicen al pueblo guineano que si cree en Dios y en la naturaleza, diga que nuestras fincas de cacao, de café, nuestra yuca, nuestro palmiste y los otros productos agrícolas, origen de nuestra riqueza y poder económico vuelvan a ser lo que eran, porque sí, y sin  promoción oficial, sin compradores, sin apoyo y refuerzo del Gobierno (como en la colonia). Todo, a cambio de que adoren al dios Obiang Nguema.

Han llevado a nuestro pueblo a la montaña del petróleo, del  gas, de la madera, de la abundante pesca, de los inmensos recursos naturales; todos inasequibles y acaparados por el régimen y sus explotadores extranjeros… Y obliga a nuestro pueblo a participar en ellos a base de adorar al dios Obiang Nguema.
Finalmente, Obiang Nguema ha llevado a nuestro pueblo a la alta montaña, donde se divisan las riquezas económicas, las libertades, la democracia, el desarrollo…; y le exige a nuestro pueblo a que se hunda primero en la putrefacta CORRUPCIÓN y en los graves vicios pecaminosos en los que se revuelca él y su régimen,  si quiere disfrutar de todo ello.
Cincuenta años han pasado y el pueblo guineano, año tras año, década tras década, sometido a las tentaciones de claudicar a sus profundas convicciones, ha sido capaz de decirle a Obiang Nguema que, por encima de la CORRUPCÍON y de tanta decadencia y perversión oficializada, está la dignidad humana, en la que, hace 50 años, la independencia nos encontró asentados.
(Sé que esta consideración previa, pertenece más a la predicación de aquellos sacerdotes que tuvo nuestro país, antes de ser independiente. Ahora no les es posible, ni permitido, bajo  ningún concepto; si no quieren abultar el número de mártires que ya Macías y Obiang Nguema han sembrado en nuestro suelo patrio…)
¡Qué burdo atrevimiento! ¡Qué ofuscada osadía, pretender hacer que  el entero  pueblo guineano, caiga en las tentaciones del “demonio”…!
EL PANAFRICANISMO, VERSUS GLOBALIDAD.- Daría  la sensación de que el PANAFRICANISMO es la panacea de las soluciones que necesita ejercer, practicar y asumir el Continente africano, para arrancar y salir de la esclavitud de las dictaduras que lo recolonizan y esclavizan, y  emprender el camino de la globalidad mundial. Pero más fácil es constatar que el PANAFRICANISMO (más colgado de la fácil teoría publicitaria que la realidad y hechos prácticos) está más encaminado a enquistarse, enclaustrarse y refugiarse en un débil y acomplejado ensimismamiento. En una tautológica reafirmación y reclusión en la decadencia.
Cinco décadas después de las independencia de África, los resultados no pueden  medirse en la simple recuperación o recuerdo de los viejos lemas, soflamas y palabrejas utilizadas por los luchadores por sus independencias, en una insulsa imitación trasmitida de unos a otros líderes y que tan rápida e inocuamente fueron enlutados y liquidados por los violentos colonos.
Está más que claro. Desde que África sucumbió a la conquista, reparto y colonización de Europa (pocos pueblos, países o continentes, se han zafado de la colonización y conquistas) lo más importe, al independizarse, no era, ni es vestirse de la cobarde piel de cebra del  africanismo o panafricanismo para, luchar contra lo que de imparable ha supuesto  el paso e invasión de la GLOBALIDAD.
Lo que nos ha venido a dejar muy claro es que el PANAFRICANISMO se ha convertido –después de los cincuenta años de independencias- en un ladrido de perro (que no muerde) dirigido a los que con su TECNICA –que no tiene límites tribales, étnicos, continentales- siguen conquistando, colonizando y esclavizando el mundo africano (Añadidos, ahora, los chinos).
Si, en los cincuenta años de independencia que va a cumplir Guinea Ecuatorial (por ejemplo) en vez de decretar, por mor del panafricanismo, tanto Macías  como Obiang Nguema, el exterminio del acervo cultural, técnico, profesional y de prestigio que encontraron en el país; en vez de, como Obiang Nguema Mbasogo, meterse en el sobaco a los técnicos extranjeros que llegan al país, para aprender de ellos las técnicas de asesinatos, robo, soborno, tráfico humano y corrupción, hubieran sabido o querido embarcars a Guinea Ecuatorial en la GLOBALIDAD; 50 años después, no estarían amparándose en el panafricanismo para justificar la decadencia en la que nos tienen arrinconados, mientras la globalidad se pasea sobre nosotros llevándose hasta las constantes vitales de nuestro país.

Metidos en nuestro fuero interno,  con nuestra  independencia alcanzando sus 50 años, un nutrido grupo de  indígenas de Guinea Ecuatorial, arrebujados en el rugoso apelativo panafricanista  de “equató-r- guineanos”, colgados del poder, a las órdenes de un dictador, se empeñan en demostrarnos que la violencia (matar, robar, enviciarse en el delito, empuñar armas y protegerse de las furias del pueblo) es la más genuina manera de ejercer el panafricanismo.
Y uno se pregunta: ¿Cabe, en el panafricanismo, utilizar la razón, la justicia, la reconciliación, para solventar, con eficacia y durabilidad, la tragedia que en África causa  la violencia de la dictadura? ¿Es el panafricanismo, la exclusiva manera de gobernar un país africano?

LA VIA INSTITUCIONAL, UNA SABIA ELECCION PARA GUINEA ECUATORIAL.- La tentación de ejercer la violencia para responder a la violencia que el régimen panafricanista de Obiang Nguema ejerce sobre Guinea Ecuatorial, ha sido superada por el pueblo guineo. Los motivos profundos de esa superación (incluida la imposibilidad de disponer de armas) son varios. Pero quizás el verdadero salto  cualitativo que debería dar ahora el pueblo guineo, es aferrarse a la VIA INSTITUCIONAL. Nada más serio que burlarse de la violencia armada con la que defiende la dictadura su panafricanismo, a base de reclamar y aplicar la salida institucional a la dictadura. La VIA INSTITUCIONAL, no es ni más ni menos que ATACAR a la violencia armada de la dictadura con la fuerza de la LEY. La vía institucional, supone utilizar el camino de LEY para borrar las huellas que en nuestra vida han dejado 50 años de una  independencia sin LEY.
En esta vía institucional, caben todos los guineo-ecuatorianos. Incluso los “equato-r-guineanos” caben en ella.
Los diablos de la violencia, de la destrucción, del atraso y la decadencia, del “panafricanismo” nos llevan, 50 años empujando a la violencia; exactamente como lo hiciera la serpiente, con tan triste eficacia, con  Adán y Eva (que cayeron, como ha sucedido con los “equato-r-guineanos...) Como lo hiciera el diablo con Cristo, en las tres tentaciones (Sin lograrlo, como sucede con los valientes guineos y el grueso del pueblo de Guinea Ecuatorial)
En estos meses que quedan antes de culminar los 50 años de independencia, sin libertad, toca al pueblo guineo, exigir a Obiang Nguema, a su familia, a los conocidos como su “entorno”, y a los que desde fuera lo jalean y viven de sus robos, que se sometan a la gran prueba de la VIA INSTITUCIONAL. Nada más limpio, más honesto, más serio, más claro y sincero… Nada más eficaz que la puesta en acción de una VIA INSTITUCIONAL, en la que cabemos todos. Hasta los que nos empujan a la tentación de su violencia.
Alienta saber que el Partido del Progreso ha comenzado a dejar conocer, a algunas Instituciones, el propósito de sumarse a la VIA INSTITUCIONAL con un documento titulado genéricamente, “LEY DE TRANSICIÓN”.